Seis de cada diez ‘millennials’ afirman que quieren ser emprendedores, pero un 94% de ellos resalta que la situación española no favorece el emprendimiento y un 85% que falta un sistema de impuestos fácil de afrontar. Los jóvenes empresarios analizan las barreras con las que choca el emprendedor español antes de iniciar un nuevo negocio.

El emprendimiento en España aún se encuentra estancado. Seis de cada diez millennials afirman que quieren ser emprendedores, pero un 94% de ellos resalta que la situación española no favorece el emprendimiento y un 85% que falta un sistema de impuestos fácil de afrontar. Así, el emprendedor español se encuentra con una serie de barreras que frenan la aparición de nuevos negocios.

Durante el período de crisis, muchos trabajadores optaron por emprender como una forma de afrontar los nuevos tiempos económicos y se encontraron con que España es un país en el que aún existen numerosas barrearas. Sin embargo, esta figura ha sido imprescindible en los últimos años: “Los emprendedores han sido siempre la columna vertebral de la economía: crean empleo, contribuyen al crecimiento económico y permiten el desarrollo y la modernización de la sociedad”, explica Antonio Magraner, vicepresidente de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios (Ceaje).

Pero no solo los más jóvenes se plantean la opción de emprender. Según un estudio de la Fundación Endesa, son muchos y diferentes los intereses que llevan a personas desempleadas mayores de 50 a buscar soluciones a su estado para enfocar de nuevo su rumbo profesional. Así, un 91% de esos trabajadores estaría interesado en ofertas laborales en pymes y start-ups, mientras que un 55% estaría planteándose emprender.

“En un mundo global, digital y crecientemente competitivo como en el que vivimos hoy, la importancia de los emprendedores es aún mayor, y también más evidente”, afirma Magraner, y anima a los países a “avanzar a pasos agigantados a responder y adaptarse a cambios y desafíos repentinos, y los emprendedores desempeñan una función clave en este proceso”.

¿Cuáles son los obstáculos con los que se enfrentan los emprendedores?

1. Las políticas gubernamentales.
Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), para los emprendedores, las políticas gubernamentales han ocupado en los últimos años las primeras posiciones en el ranking de los frenos a la actividad emprendedora en toda la geografía española. En concreto, los empresarios españoles dicen que aún existen demasiados procesos administrativos, así como unos excesivos costes de impuestos y regulaciones.

Uno de los principales retos está vinculado a mejoras administrativas que agilicen los trámites, brinden mayor flexibilidad en la contratación y una mayor reducción de tasas o impuestos para poder acceder a fondos de inversión. “España suele contarse entre los países con más trabas administrativas a la creación de empresas”, resalta Magraner.

Además, el vicepresidente de Ceaje señala que “reducir y simplificar los trámites administrativos necesarios para poner en marcha un negocio es clave para que el ecosistema emprendedor siga ganando músculo en España”, concluye.

La burocracia es uno de los principales problemas que afectan al crecimiento de las empresas españolas. Por ello, CEOE y Cepyme han propuesto desde el año 2009 un total de 394 medidas para solucionar el exceso de regulación en el país. En concreto, para eliminar o simplificar las cargas administrativas que sufren las compañías.

De estas soluciones, el Consejo de Ministros ha aprobado en ocho años un 18% de las propuestas, aproximadamente 70. Con la introducción solo del 18% de las propuestas, las compañías han conseguido ahorrar unos 400 millones de euros. Por ello, los empresarios quieren poner el foco en acabar con las cargas administrativas para mejorar la productividad del tejido empresarial español.

2. El acceso a la financiación.
Sigue siendo un obstáculo debido al difícil acceso al escaso número de instrumentos de financiación pública o privada. Esta situación explica que en las primeras etapas la mayoría de los emprendedores tienda a inyectar recursos provenientes de la familia, los amigos o personas cercanas debido a las dificultades que presentan para acceder a diversas fuentes de financiación.

Según el Global Entrepreneuship Monitor (GEM), en las primeras etapas del proceso emprendedor, cuando aún no se han generado suficientes ingresos que permitan validar el modelo de negocio ni se cuenta con un historial o activos que sirvan como garantía, resulta difícil conseguir financiación a través de canales tradicionales como los bancos.

En consecuencia, la demanda de capital por parte de los negocios nacientes requiere ser alineada con la oferta de otras fuentes alternativas de financiación. Aproximadamente, el 83,8% de los emprendedores involucrados en negocios nuevos durante el año pasado necesitó capital inicial para ponerlo en marcha.

De ellos, muchos fueron millennials que han decidido empezar su carrera laboral emprendiendo. “Es fundamental que los jóvenes sean conscientes de que hoy ya no son solo los bancos los que pueden prestarte dinero”, añade Magraner, afirmando que “los denominados business angels o las plataformas de crowdfunding son alternativas a la financiación bancaria que están a la orden del día y que responden mejor a las necesidades de los jóvenes emprendedores”.

Por ello, en Ceaje apuestan por este tipo de alternativas y, de hecho, han puesto en marcha un fondo de inversión con el que pretenden facilitar el acceso a la financiación a los jóvenes empresarios. En el año 2017, solo el 2,87% de los emprendedores utilizaron los programas públicos como medio de financiación inicial para su negocio.

3. Las normas sociales y culturales.
A pesar de los esfuerzos en materia de sensibilización del emprendimiento, los expertos reconocen que aún hace falta fortalecer más la cultura emprendedora, ya que hoy en día no se reconoce el esfuerzo, se estigmatiza el fracaso y hay una carencia en el reconocimiento de la figura del emprendedor en la sociedad.

Dada la naturaleza de esta condición, los cambios suelen presentarse de forma muy lenta, dependiendo de los cambios sociales, económicos y tecnológicos que influyen de una generación a otra. “La persistencia de la cultura del miedo al fracaso, que aún no hemos conseguido quitarnos de encima, constituye un freno más a la actividad emprendedora en nuestro país”, afirma Magraner.

Como modelo ante esta situación, el vicepresidente de Ceaje explica que el Reino Unido es el principal referente europeo en materia de emprendimiento. “La facilidad de acceso a la financiación y la existencia de un marco regulatorio ágil, flexible y favorable al emprendimiento hacen que el Reino Unido haya sido tradicionalmente considerado como la cuna del emprendimiento en Europa”, afirma Magraner.

Por otro lado, Alemania y Francia también son referentes en la materia. “Pero también debemos fijarnos en otros países que están avanzando rápidamente y cuyo ecosistema emprendedor empieza a cobrar impulso, por ejemplo, Estonia”, añade el empresario. De esta manera, las dificultades de acceso a la financiación y la lentitud de los trámites burocráticos son las primeras barreras con las que se encuentra el emprendedor y las que, de hecho, hacen que muchos proyectos empresariales se queden en el cajón.

Es cierto que superar estos obstáculos iniciales es lo más complicado, pero los emprendedores también se encuentran con dificultades en las siguientes fases de su proyecto: “Las elevadas cargas tributarias y la falta de un entorno regulatorio predecible y estable que facilite la actividad emprendedora son algunas de ellas”, remacha Magraner.

¿Cuáles son los obstáculos con los que se enfrentan los emprendedores?

1. Las políticas gubernamentales.
Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM), para los emprendedores, las políticas gubernamentales han ocupado en los últimos años las primeras posiciones en el ranking de los frenos a la actividad emprendedora en toda la geografía española. En concreto, los empresarios españoles dicen que aún existen demasiados procesos administrativos, así como unos excesivos costes de impuestos y regulaciones.

Uno de los principales retos está vinculado a mejoras administrativas que agilicen los trámites, brinden mayor flexibilidad en la contratación y una mayor reducción de tasas o impuestos para poder acceder a fondos de inversión. “España suele contarse entre los países con más trabas administrativas a la creación de empresas”, resalta Magraner.

Además, el vicepresidente de Ceaje señala que “reducir y simplificar los trámites administrativos necesarios para poner en marcha un negocio es clave para que el ecosistema emprendedor siga ganando músculo en España”, concluye.

La burocracia es uno de los principales problemas que afectan al crecimiento de las empresas españolas. Por ello, CEOE y Cepyme han propuesto desde el año 2009 un total de 394 medidas para solucionar el exceso de regulación en el país. En concreto, para eliminar o simplificar las cargas administrativas que sufren las compañías.

De estas soluciones, el Consejo de Ministros ha aprobado en ocho años un 18% de las propuestas, aproximadamente 70. Con la introducción solo del 18% de las propuestas, las compañías han conseguido ahorrar unos 400 millones de euros. Por ello, los empresarios quieren poner el foco en acabar con las cargas administrativas para mejorar la productividad del tejido empresarial español.

2. El acceso a la financiación.
Sigue siendo un obstáculo debido al difícil acceso al escaso número de instrumentos de financiación pública o privada. Esta situación explica que en las primeras etapas la mayoría de los emprendedores tienda a inyectar recursos provenientes de la familia, los amigos o personas cercanas debido a las dificultades que presentan para acceder a diversas fuentes de financiación.

Según el Global Entrepreneuship Monitor (GEM), en las primeras etapas del proceso emprendedor, cuando aún no se han generado suficientes ingresos que permitan validar el modelo de negocio ni se cuenta con un historial o activos que sirvan como garantía, resulta difícil conseguir financiación a través de canales tradicionales como los bancos.

En consecuencia, la demanda de capital por parte de los negocios nacientes requiere ser alineada con la oferta de otras fuentes alternativas de financiación. Aproximadamente, el 83,8% de los emprendedores involucrados en negocios nuevos durante el año pasado necesitó capital inicial para ponerlo en marcha.

De ellos, muchos fueron millennials que han decidido empezar su carrera laboral emprendiendo. “Es fundamental que los jóvenes sean conscientes de que hoy ya no son solo los bancos los que pueden prestarte dinero”, añade Magraner, afirmando que “los denominados business angels o las plataformas de crowdfunding son alternativas a la financiación bancaria que están a la orden del día y que responden mejor a las necesidades de los jóvenes emprendedores”.

Por ello, en Ceaje apuestan por este tipo de alternativas y, de hecho, han puesto en marcha un fondo de inversión con el que pretenden facilitar el acceso a la financiación a los jóvenes empresarios. En el año 2017, solo el 2,87% de los emprendedores utilizaron los programas públicos como medio de financiación inicial para su negocio.

3. Las normas sociales y culturales.
A pesar de los esfuerzos en materia de sensibilización del emprendimiento, los expertos reconocen que aún hace falta fortalecer más la cultura emprendedora, ya que hoy en día no se reconoce el esfuerzo, se estigmatiza el fracaso y hay una carencia en el reconocimiento de la figura del emprendedor en la sociedad.

Dada la naturaleza de esta condición, los cambios suelen presentarse de forma muy lenta, dependiendo de los cambios sociales, económicos y tecnológicos que influyen de una generación a otra. “La persistencia de la cultura del miedo al fracaso, que aún no hemos conseguido quitarnos de encima, constituye un freno más a la actividad emprendedora en nuestro país”, afirma Magraner.

Como modelo ante esta situación, el vicepresidente de Ceaje explica que el Reino Unido es el principal referente europeo en materia de emprendimiento. “La facilidad de acceso a la financiación y la existencia de un marco regulatorio ágil, flexible y favorable al emprendimiento hacen que el Reino Unido haya sido tradicionalmente considerado como la cuna del emprendimiento en Europa”, afirma Magraner.

Por otro lado, Alemania y Francia también son referentes en la materia. “Pero también debemos fijarnos en otros países que están avanzando rápidamente y cuyo ecosistema emprendedor empieza a cobrar impulso, por ejemplo, Estonia”, añade el empresario. De esta manera, las dificultades de acceso a la financiación y la lentitud de los trámites burocráticos son las primeras barreras con las que se encuentra el emprendedor y las que, de hecho, hacen que muchos proyectos empresariales se queden en el cajón.

Es cierto que superar estos obstáculos iniciales es lo más complicado, pero los emprendedores también se encuentran con dificultades en las siguientes fases de su proyecto: “Las elevadas cargas tributarias y la falta de un entorno regulatorio predecible y estable que facilite la actividad emprendedora son algunas de ellas”, remacha Magraner.

Fuente: https://www.elempresario.com/noticias/revista_empresario/reportajes/2018/10/17/las_barreras_con_las_que_choca_emprendedor_espanol_113039_1116.html

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